Ana Claver, CFA

Miembro de la Junta Directiva de CFA Society Spain «La inversión sostenible se podría convertir en una moda duradera, y eso sería un problema; que se invierta por tendencia y no por razones y propósito» Vive en un mundo que no para, y la pausa es para Ana un deleite que se disfruta sin premura. Uno de los mayores placeres de su vida es correr por la playa y reencontrarse con ella misma, pero la aventura en solitario la combina con las tardes familiares de domingo, en las que suele salir en bici con sus cuatro hijos. Reconoce que con los años ha aprendido a disfrutar de la sencillez, que se basta de una copa de vino y la palabra bien escrita de un libro sugerente.

Le inspira un tipo de persona, aquella que a pesar de su posición y responsabilidad es capaz de ejercer su autoridad con ejemplo, coraje, coherencia y humildad; lo que los romanos entendieron por auctoritas, la que se legitima por la integridad moral del gobernante. Una concepción que ha sabido integrar en su divulgación de la inversión sostenible en el sector financiero: «En nuestra entidad no predicamos aquello que con hechos no podemos ejemplificar».

Ana Claver Gaviña, CFA, es miembro de la Junta Directiva de CFA Society Spain y chair del Comité de Sostenibilidad de la misma institución. Sus responsabilidades profesionales en la gestora holandesa Robeco, entidad en la que ha caminado ya 15 años, abarcan las direcciones de Iberia, Latam, y US Offshore. Después de licenciarse en Administración de empresas por la Universidad Pontificia de Comillas en 2003, comenzó su trayectoria profesional en Venture Consulting y continuó en Morgan Stanley. En 2017 obtiene el certificado CFA y en 2020 el de ESG Investing.

—Hay un cambio de paradigma en los fines que se persiguen a través de la inversión. Ahora más que nunca, a parte de la rentabilidad, se busca un fin social, un impacto que el inversor pueda ver reflejado en la sociedad y en el medio ambiente. En este sentido, habéis lanzado junto a FundsPeople la iniciativa Impact Revolution Lab. ¿Por qué se ha dado este cambio?

—En los últimos años han surgido grandes retos que tenemos que enfrentar a nivel social y medioambiental, una preocupación en la que ya estábamos trabajando desde Robeco, una firma holandesa procedente de un país con una tradición y concienciación medioambiental destacable. El inversor ha tomado conciencia de que la inversión contribuye a solucionar un problema y generar un cambio. Nuestro sector tiene todavía mucho camino por recorrer, aunque comienzan a verse estándares que homogeneizan la información y ayudan a divulgar datos, un área donde el CFA Institute está tomando una posición de vanguardia. Cada vez somos más conscientes de los problemas y las consecuencias que acarrean, y el inversor está más informado en su toma de decisiones. Por eso hoy se añade a la rentabilidad-riesgo, una tercera variable, el impacto, que permite visualizar y medir la huella de la inversión.

Las empresas invierten cada vez más tiempo en reflejar en sus memorias e informes la gestión que realizan de los recursos naturales: un uso adecuado del agua y materiales renovables, el consumo energético, el origen de las materias primas en la fabricación de sus productos...

En nuestra firma, llevamos apostando por la sostenibilidad 20 años. No es algo nuevo. Y en relación a tu pregunta, el Impact Revolution Lab es un espacio de reflexión con los principales partícipes del mercado y la industria financiera, en el que hablamos temas tan relevantes como la regulación, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la medición y gestión del impacto, el cambio climático o la pérdida de biodiversidad. Son jornadas que nos permiten compartir nuestra experiencia en la inversión con impacto y fomentar la necesidad de este tipo de acciones que benefician a todos.

—También habéis lanzado desde la entidad, junto a Naturgy y UnLtd Spain, el Robeco Climate Change Mentoring Program con el fin de apostar por los emprendedores que están tratando de impactar en la sostenibilidad. Tenéis tres StartUps: Mpower, Recircular y Sorbos. ¿Cómo está yendo el programa?

—Es un programa original y diferente para nosotros, en el que tratamos de aunar el mundo de los activos ilíquidos, a los cuales Robeco no se dedica, con el mundo de los líquidos, nuestra actividad principal. Creemos que una buena manera de apoyar la inversión social y sostenible es contribuyendo con estos proyectos innovadores, y todavía en sus orígenes, que influyen positivamente en la sociedad.

Trabajamos con estas startups para formarlos en diversos temas como la economía circular y el cambio climático, y para conseguir retos concretos que puedan alcanzar en un plazo determinado.

—En una tribuna reciente en Citywire para CFA Society Spain, escribiste: «El modelo de sociedad existente prevalece gracias a un consumo exacerbado de recursos». Y en una entrevista en El Mundo, dijiste que «el capitalismo nos ha servido bien, pero necesita un cambio radical». Esta última frase procede del libro On Impact, de Ronald Cohen. ¿Por qué necesita el capitalismo un cambio? ¿No es a través del capitalismo cómo podemos mitigar el cambio climático?

—De acuerdo a la Global Footprint Network, estamos empleando 1,75 veces los recursos que el planeta es capaz de generar. El consumo actualmente es exacerbado y está muy lejos de lo que llamaríamos desarrollo sostenible, aquel que permite satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las futuras. Este es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante: la gestión de los recursos y el cambio climático. La Unión Europea se está esforzando en transformar el modelo de negocio lineal hacia un modelo de producción circular.

Por otro lado, la sucesión de las crisis económicas, políticas y de valores han provocado cierta desigualdad social, que es otro de los desafíos que tenemos que enfrentar. Se está poniendo en tela de juicio no sólo nuestro sistema político, sino también el económico. ¿Debemos replantearnos el sistema o tiene que seguir como está? Creo que debe producirse una regeneración en ciertos temas para poder hacer frente a estos retos. Es evidente que se han dado ciertos excesos, y creo que sería bueno pensar sobre ello y corregir un sistema que ha sido exitoso en muchos ámbitos. Como dice Gilbert Van Hassel, CEO de Robeco, “no se trata sólo de generar riqueza, sino también bienestar”. No mirar hacia otro lado, y analizar los problemas que tenemos actualmente es un buen camino para seguir legitimando el sistema capitalista.

Y en esta línea también trabajamos desde el Comité de Sostenibilidad de CFA Society Spain; vamos a concienciar a la industria española de la importancia de conocer y actuar contra el cambio climático y todo lo que representa.

—¿El aumento del interés por las inversiones sostenibles es una moda o realmente un compromiso? ¿Cuál es el greenwashing más habitual?

—Desafortunadamente, y esta es una opinión muy personal, lo más habitual es tratar de parecer sostenibles. No vale únicamente con ir proclamando a ciento y viento que eres muy sostenible. Hay que demostrarlo con las herramientas que uno tiene como entidad financiera, como consumidor, inversor e individuo. La coherencia y la honestidad son claves para determinar el greenwashing, y al final el inversor ávido sabe diferenciar esto. La sostenibilidad no es sólo una cuestión de marketing; hay que creérselo. El greenwashing es una gran amenaza para el sector, y creo que la mejor manera de combatirlo es a través de la experiencia de buenos profesionales, la disponibilidad de información, la innovación y la regulación. La inversión sostenible se podría convertir en una moda duradera, y eso sería un problema; que se invierta por tendencia y no por razones y propósito. Ahí es cuando perdemos la credibilidad.

—Como chair, ¿cuál son los fines que persigue el Comité de sostenibilidad de CFA Society Spain?

—Un objetivo principal es formar a los profesionales de la inversión españoles con los recursos y conocimientos necesarios para hacer frente a todos estos nuevos retos que han llegado para quedarse: la sostenibilidad, la inversión de impacto, el cambio climático, la biodiversidad, etc.

Nos hemos marcado la misión de impulsar los valores y principios éticos y sostenibles que representan a CFA Society Spain, y la integración de los mismos en la toma de decisiones en la industria financiera. Queremos ser una referencia en España y por eso hemos promovido el certificado en ESG Investing, que ya forma parte, además, de CFA Institute.

También, y muy importante, queremos lograr acuerdos con diferentes universidades y escuelas de negocio, con las que ya trabajamos a través del Programa CFA, con el fin de promover la importancia de la sostenibilidad en la formación de los profesionales de la inversión.

—Algunos inversores hablan de una burbuja en el sector de las renovables en España. ¿Por qué creen esto y qué piensas de ello?

—No sé si me corresponde hablar sobre la existencia de una burbuja en el sector energético. Yo creo que el sector de las renovables ha sufrido muchos vaivenes a nivel legislativo en este país. De ahí que hayan aparecido algunos problemas. Yo más que burbuja, diría que el éxito de las renovables responde a un boom que viene justificado entre otras cosas por las buenas condiciones geográficas y de insolación que tiene nuestro país, así como por la regulación óptima y una estabilidad jurídica que, pese al retroceso de las primas, sigue proporcionando a aquellos contratos una rentabilidad razonable. En este sentido tiene ventaja.

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